Unesco declaró el 27 de julio de 2021 a la cultura Chinchorro como Patrimonio de la humanidad. Esta declaración considera a tres asentamientos y el proceso de momificación artificial.
Chile – Asentamiento y momificación artificial de la cultura chinchorro en la región de Arica y Parinacota
El sitio consta de tres componentes: Faldeo Norte del Morro de Arica, Colón 10, ambos en la ciudad de Arica, y Desembocadura de Camarones, en un entorno rural a unos 100 km más al sur. En conjunto, brindan testimonio de una cultura de cazadores-recolectores marinos que residieron en la árida y hostil costa norte del desierto de Atacama, en el extremo norte de Chile, desde aproximadamente 5450 a.C. hasta 890 a.C.
El sitio presenta la evidencia arqueológica más antigua conocida de la momificación artificial de cuerpos con cementerios que contienen tanto cuerpos momificados artificialmente como algunos que se conservaron debido a las condiciones ambientales.
Con el tiempo, los chinchorro perfeccionaron complejas prácticas funerarias, por las que desmembraban y volvían a ensamblar sistemáticamente cuerpos de hombres, mujeres y niños fallecidos de todo el espectro social para crear momias “artificiales”. Estas poseían cualidades materiales, escultóricas y estéticas que se supone reflejaban el papel fundamental de los muertos en la sociedad chinchorro.
En el sitio se han encontrado herramientas confeccionadas con materiales minerales y vegetales, así como instrumentos sencillos de hueso y concha que permitían una explotación intensiva de los recursos marinos, lo que constituye un testimonio único de la compleja espiritualidad de la cultura chinchorro.
El nivel de especialización que alcanzaron en la momificación era alto. A pesar que existen al menos tres variantes para este proceso de preparación de los cuerpos, dependiente de la época y desarrollo del pueblo; la más común y elaborada es la que se puede apreciar en el Museo Regional de Iquique y también en el museo de San Miguel de Azapa en Arica.
La Cultura Chinchorro evolucionó y sus descendientes lograron extenderse por todo el litoral del norte de Chile y del sur del Perú, desarrollando constantemente nuevas tecnologías, como artefactos en piedras, cuarzo o basalto como punta de arpones, cuchillos, elaborados y rapadores de pieles.
El mutualismo nació en el último cuarto del siglo XIX y tuvo su gran impulso con el proceso de urbanización de la población chilena.
Miles de familias salieron del campo y buscaron nuevas oportunidades en las ciudades y en el norte del país, específicamente en la industria salitrera. La revolución industrial generó nuevos oficios, nuevas oportunidades de desarrollo y, al mismo tiempo, nuevas necesidades a cubrir en el mundo urbano como vivienda, salud y seguridad laboral.
Estos tres temas se transformaron en un objetivo común a cubrir por los obreros y sus familias. Las mutualidades y mancomunales nacieron para dar respuesta a estas necesidades colectivas.
Este tipo de organización son anteriores al movimiento sindical y fueron las precursoras del movimiento social, del cual surgieron los partidos políticos.
Más artículos para comprender estas organizaciones de socorro mutuo en Memoria Chilena.
También este libro es clave para comprender este movimiento.
Todas las mutualidades se financiaron con las cuotas de sus socios
Todos los recursos eran utilizados para dar bienestar a sus socios y cubrir gastos en enfermedad, invalidez o fallecimiento.
En paralelo a esas prestaciones, las mutuales fueron el centro de una intensa actividad social, con foco en la educación de sus socios, creación de bibliotecas y actividades culturales con foco en conferencias de diferentes temas. El objetivo final era sacar al trabajador de su ignorancia
En 1910 el mutualismo comenzó un roce con el mundo sindical. Más adelante los partidos políticos, y el mundo socialista en general vieron al mutualismo como meros remedios a los graves problemas que debía resolver el Estado. De cierta manera fueron vistos como una «ayuda» a la gestión que debían tener los patrones, es decir, la responsabilidad de la empresa era remita a la mutual. Y eso, no gustó en el mundo socialista.
Mutualidad criolla desde 1853 creando lazos con la sociedad chilena
Este artículo en El Ciudadano explica lo que es el movimiento mutualista. A continuación, adjunto 10 ideas clave:
El mutualismo fue precursor de las leyes sociales. Y luego, en una paradoja, esas leyes sociales apartaron a las mutuales como organizaciones de apoyo social.
Otras formas de organizaciones popular son los sindicatos que permanecen hasta la actualidad.
Las leyes sociales que hoy tenemos nacieron gracias al movimiento mutualista.
Hoy existen personas con carencias en la seguridad y previsión sociales.
Las mutuales existen, pero no están respondiendo a esa demanda actual.
A principios del SIGLO XX, la mutual de obrero era la organización social más importante, ayudaba a la gente y generaba dignidad para el trabajador.
Otro aspecto importante es que la mutual era políticamente neutra, factor clave para traer a todas las personas. Esa neutralidad también generó que grupos se apartaran e iniciaran movimientos políticos.
Foco en las personas. Foco en socorro mutuo y educación popular, entregaban información valiosa para la vida en ese tiempo. También apoyaron temas de trascendencia nacional como campañas sanitarias contra enfermedades.
El apogeo de las mutualidades ocurrió entre 1891 y 1924. Esto corresponde un periodo amplio en la historia.
Dato extra: En este enlace, existe información sobre cómo el movimiento mutualista fue dividido y diluido con la presentación de leyes sociales, sanitarias y de protección al trabajador que otorgaron la responsabilidad del cuidado del trabajo al Estado o al empresario.
Declive de las mancomunales
Irónicamente la fuerza de las mutualidades se vio menguado en paralelo al desarrollo de las leyes sociales.
Es una ironía, ya que el movimiento mutualista fue el precursor del movimiento social obrero, los sindicatos y los partidos políticos.
Esa misma fuerza política y movimiento social, que impulsó y creó leyes, menguó la fuerza del movimiento mutualista.
En un principio las mutualidades y mancomunales fueron consideradas como organizaciones cooperadoras de la función de seguridad social del Estado. En 1980, se transformaron en corporaciones mutuales supervigiladas por el Ministerio de Justicio. Así se transformaron en instituciones con personalidad jurídica similar a una corporación social.
Legalmente, su rol y presencia ante la ley, fue circunscrito a una institución privada.
Eso menguó su fuerza a nivel legal.
Otro pilar de su declive estuvo en los problemas internos que existieron en todas las mutualidades
Problemas internos en las mutuales
Las mancomunales también han enfrentado crisis internas que debilitaron su organización y capacidad para ser una solución viable en la actualidad.
Entre las razones más repetidas estuvo;
Integrantes de directivas que permanecieron muchos años, convirtiendo a las organizaciones en pequeños feudos controlados por unos pocos.
Escasa renovación en su orgánica y objetivo. El mundo cambio, pero las mancomunales mantuvieron una estructura que no respondía al mundo actual.
Lentitud para enfrentar los cambios. Cualquier intento de modernización fue rechazado por los socios más antiguos o por directivas que permanecieron por demasiados años en el poder.
Hubo casos de malversación. Las mutualidades administran grandes cantidades de dinero.
Perdió su capacidad de relacionarse con su entorno. No hubo capacidad para insertarse en una sociedad moderna, acción que sí realizaron los partidos políticos, los sindicatos.
La situación preocupante del mutualismo en 2004
8 de marzo de 2004,– el presidente de la Confederación Mutualista y de Socorros Mutuos de Chile, José Lira Fernández, visitó Iquique.
Sostuvo una reunión ampliada en la sede de la Sociedad de Señoras Obreras Sudamericanas.
Participaron representantes de las mutualidades existentes a la fecha en la ciudad: Sociedad de Artesanos y Señoras Obreras Sudamericanas, Pensionado Arturo Alessandri Palma, Sociedad Auxiliadora Chilena de Señoras, Internacional Protectora de Señoras, Unión y Cultura de Señoras y San Gerardo.
Temas que trataron durante ese encuentro:
Integrar a los socios mutualistas en las tecnologías de la información. Capacitar y adaptar la organización a los nuevos tiempos.
Irrelevancia del movimiento mutualista en la actualidad. Es decir. Este tipo de organización no es considerado como una organización activa y vigente en el ámbito nacional. Parte de esta situación se debe a la lentitud de las mismas mutualidades a adaptarse a la época que se vive. Lentitud en proceso y miedo al cambio, convierten al mutualismo al ostracismo. Resumen: «Nadie los toma en cuenta».
Propuesta aumentar el monto de la cuota a pagar por los mutualistas como una manera de aumentar los beneficios a los socios.
En esa fecha existía en tramitación ley para eximir del pago de impuestos a las actividades que realizan las mutualidades.
A la fecha del artículo se consideran 40 mil personas que participan en el movimiento mutualista, es decir, integran alguna de estas organizaciones.
El Mutualismo y las mancomunales hoy, en pleno siglo XXI
El movimiento mutualista está dormido y relegado al ostracismo.
Su apogeo ocurrió alrededor de 1925 en pleno auge de los movimientos sindicales y sociales.
El mutualismo fue precursor del movimiento social que exigía un mejor trato a los trabajadores.
Pero su nacimiento no fue marcado por la agenda política sino como un movimiento más altruista destinado a la autodeterminación de las personas y la capacidad de superación y mejoramiento de su calidad de vida a través del socorro mutuo, es decir, uniéndose con otras personas y crear una organización fuerte en temas de salud, pensión, educación y dignidad.
Hoy existen mutuales. Son instituciones que están operativas, pero que su funcionamiento está relegado a una base de socios que bordea las 40 mil personas en 223 mutualidades y donde las prestaciones que ofrecen estas organizaciones están reducidas a temas de mausoleo, cuotas sociales y otros beneficios menores.
Muchas personas confunden las mutualidades de obres con otras organizaciones privadas con fines de lucro, como Mutual de Seguridad o ACHS, que centran su labor en la seguridad laboral en las empresas.
Nosotros hablamos de las otras mutualidades, de organizaciones sin fines de lucro que nacieron a fines del siglo XIX y que tenían como pilar el apoyo mutuo entre sus socios: «la unión hace la fuerza».
Estas organizaciones se unieron sobre la base de objetivos colectivos en común, en torno a un oficio, localidad o colonia extranjera. Cada una de ellas tiene una finalidad similar: ofrecer bienestar y seguridad social, pero su operatividad puede cambiar y también los beneficios.
Salud, vivienda, apoyo financiero, pensión o cuota mortuoria son algunos de los beneficios que ofrecían las mutualidades según sus estatutos.
Lo que permanecía sin variar es que las mancomunales se financiaba a través del pago de las cuotas de sus socios. Ese dinero va un fondo común que era administrado para entregar beneficios y bienes, además de tener una sede propia, mausoleo y actividades culturales o recreativas.
El futuro de las mutualidades y mancomunales
He escuchado que ahora es el momento de revivir el movimiento mutualista. Otros creen que su momento ya pasó y que es necesario crear nuevas organizaciones que respondan a las necesidades de un mundo más conectado, especializado y, al mismo tiempo, individualista.
Lo que sí permanece en la actualidad es el sentido de unirse ante la desprotección social que existe.
La pregunta radica es que si el movimiento mutualista es capaz de responder a las exigencias de educación, vivienda y seguridad social en el siglo XXI.
Mutualismo: ¿Solución a educación, vivienda y seguridad social en el siglo XXI?
Es probable que llegaste a este artículo preguntándote qué eran las mutualidades y si aún existían.
Las mutuales y mancomunales aún existen. Pero están en una fase de ostracismo.
¿Es posible que el movimiento mutualista resurja?
Existe algunas personas que afirman que sí. Este artículo intenta responder a esta pregunta.
¿Qué temas cubrían las mutualidades?
En su larga historia, las mutuales ofrecieron soluciones a diferentes problemas de los trabajadores, con diferentes focos, pero siempre orientadas a la protección social.
Hoy las mutuales existen, pero sus beneficios no responden a las necesidades de un trabajador del siglo XXI que vive en una sociedad liberal.
¿Cuál es la solución actual a las necesidades sociales?
Hoy existen organizaciones públicas y privadas, con o sin fines de lucro que ofrecen servicios que cubren temas de salud, pensiones, vivienda y educación.
Puede que estés o no de acuerdo con estas estructuras, pero es lo que existe hoy en Chile: la prestación de servicios sociales destinados al individuo y no a un grupo.
¿Qué solución tengo para mí hoy?
Tú estás buscando una alternativa de seguridad social.
Buscar unas organizaciones que te de seguridad en un mundo que está cambiando y que no te ofrece ninguna alternativa de ayuda.
Buscas una organización que te ayude.
Pero debes entender que hasta las mutualidades del siglo pasado funcionaban sobre la base de los aportes de sus socios.
¿Puedo afiliarme a la mutual hoy en 2020?
Si puedes afiliarte a una sociedad de socorro mutuo. Tendrás algunos beneficios como cuota mortuoria y un espacio en el mausoleo de la sociedad. Pero creo que eso no es lo que en realidad buscas.
El principal objetivo de la mutualidad era brindar seguridad social.
Hoy la seguridad social es difícil porque vivimos en un mundo lleno de incertidumbre. Salud, pensión, educación y calidad de vida son cuatro aspectos que todos buscamos en nuestras vidas.
Hoy en el mundo que vives, existen varias organizaciones, empresas privadas, que asumen esta labor como una prestación de servicio.
Son empresas con fines de lucro y que generan el negocio ofreciendo un servicio.
Esto no es una opinión política, sino evidenciar un hecho. Así está el mundo.
Por lo tanto:
Puedes asumir dos posturas:
La primera es luchar y buscar la manera de revivir el mutualismo y sus ideales. Y de esta manera lograr la seguridad social que buscas.
La segunda es comprender que vivimos en un mundo de incertidumbre donde existen organizaciones públicas o privadas que están prestando un servicio de seguridad social.
En ambos casos, nadie vendrá en tu ayuda. Puedes esperar la ayuda del Estados, pero es poco probable que pueda dar una solución integral a tus necesidades.
Por lo mismo, viendo este escenario, lo mejor es tomar la acción y comprender que:
Nadie vendrá a ayudarte.
Que incluso los mutualistas pagaban una cuota hasta el día de su muerte para recibir los beneficios. O sea, no era gratis. Había que pagar.
Por lo mismo, la vía actual en este mundo de incertidumbre y de prestación de servicios, es asumir el valor de esa cuota «mutualista» e «invertirla» en tu persona.
También debes comprender que el ahorro es clave, ya sea a principios del siglo XX o actualmente. El ahorro y el interés compuesto son la clave de todo.
Puedes luchar, reclamar y exigir derechos para que otros solucionen tus problemas o, en cambio, asumir un rol activo en la construcción de tu futuro.
Ahorra ahora.
Crea el hábito.
Hay muchas alternativas de inversión que nacen con la cuota base de 5000 pesos chilenos.
Entiende la magia de interés compuesto, la conveniencia de los fondos mutuos con perfiles balanceados de riesgo, y comprende como el ahorro prolongado por años es un camino viable para dar algo de seguridad en un mundo lleno de incertidumbre.
Sé que es probable que esta no era la respuesta que buscabas en Google, pero creo que es la más práctica, directa y sincera que puedes obtener hoy.
El mutualismo se basaba en el ahorro, el socorro mutuo, la educación de sus socios y la pensión a futuro.
Hoy puedes construir un futuro con esos mismos valores, pero céntrate en la responsabilidad personal de ahorrar, educarte y prepararte para el futuro.
Acá estoy reuniendo frases de filósofos, políticos y líderes que dan una explicación a lo que está pasando.
Junio 2020
Sólo los ricos pueden permitirse la distancia social”
Byung-Chul HanEl Mundo, Madrid, 5 de junio de 2020
Mayo de 2020
“Se acabó el mundo de las certezas”.
Daniel Innerarity, filósofo vasco La Vanguardia, Barcelona, 23 de mayo de 2020
Las razones del desastre: “La anomia que viene desde octubre, las torpezas comunicacionales del Gobierno y la salida a la calle para huir del hambre son las más obvias causas de lo que ha ocurrido. Todo esto, claro, hasta que los programas de televisión encuentren una explicación sencilla y fácil”.
Carlos Peña, El Mercurio, 31 de mayo de 2020
“Es más probable que pensemos que la epidemia se acabó y dejemos de hablar de ella antes de que realmente acabe”
“En condiciones de pobreza, la peor epidemia es el hambre”
Juan Villoro, escritor mexicanoLa Tercera, 26 de mayo de 2020
“No vamos a enfrentarnos al dilema de la última cama”.
Jaime Mañalich, La Tercera, 22 de mayo de 2020
“Menos compulsión a atribuirse éxitos y más dedicación a construir confianzas” El retorno anticipado a la “nueva normalidad”, el cafecito entre amigos y hoy la retórica construida alrededor de la baja tasa de mortalidad, parecen mostrar una preocupación excesiva por atribuirse éxitos de gestión que generan natural distancia para desplegar un trabajo conjunto con quienes se les llama a la unidad.
“No puede ser que porque a un adulto mayor le dé Covid se le niegue un ventilador”.
Pablo Gallardo, geriatra, director del Instituto Nacional de Geriatría La Tercera, 21 de mayo de 2020.
“El ministro Briones ha asumido con empatía, pero sin sensiblería, el problema que enfrenta la sociedad chilena. Y en estos tiempos desgraciados la sobria racionalidad que hasta ahora ha exhibido es una virtud que debe ser celebrada”.
Alberto Fernández, presidente de Argentina. Página 12, Buenos Aires, 19 de mayo de 2020
“La solidaridad no es un gesto altruista, es una necesidad y convierte a una muchedumbre en sociedad”, dice Fernando Savater desde su confinamiento en San Sebastián, España, el filósofo español respondió a las inquietudes de usuarios y lectores en esta entrevista con el periodista de BBC Mundo Juan Carlos Pérez Salazar.
“Si no encontramos una manera mejor de vivir, seremos una especie extinguida”
Jane Goodall, famosa primatóloga inglesa El Mundo, Madrid, 17 de mayo de 2020
«Los que hace poco apelaban a economías abiertas, desreguladas y con un ínfimo protagonismo del Estado, ahora lo llaman y claman por él para que los ayude a salir de esta crisis. Una vez más el mercado a secas no dio ni da soluciones a problemas estructurales y globales. Cabe preguntarse, entonces, ¿qué tipo de Estado estamos llamados a construir? En este sentido, resulta casi inevitable que se desarrolle e instale en Chile, en el más breve plazo, un Estado de bienestar, en el cual la finalidad primaria sea el establecimiento de una sociedad más igualitaria, justa, solidaria, que logre mitigar asimetrías, que dé protección y soporte a un desarrollo pleno de sus ciudadanos y ciudadanas».
“Viviremos como en un estado de guerra permanente”.
El pensador surcoreano expresó su temor a que la histeria y el miedo colectivo se apoderen de las personas e instituciones tras la pandemia. Asimismo, aseguró que el poder mundial se desplazará a Asia.
El consumidor chileno ha cambiado debido a varios factores, principalmente el aumento del poder adquisitivo y el acceso al crédito.
Ya existen algunas tendencias que indican que clasificar al consumidor chilenos desde los perfiles socioeconómicos no permiten cubrir de buena manera todo el espectro de los consumidores chilenos.
La clasificación socioeconómica responde algunos aspectos, pero no todos. Un estudio más amplio que abarca las motivaciones del consumidor y su personalidad, corresponde al sistema 4C, Cross Cultural Consumer Characterisation (Tirado, 2011). Al analizar estas características, se puede enfocar las estrategias para el posicionamiento de las marcas.
Reformador: Personas intelectuales orientados al arte y al medioambiente. Buscan la innovación y son poco pretenciosos.
Explorador: Interesados en conocer, descubrir nuevas ideas y experiencias.
Simulador: Materialistas, Ambiciosos y consumistas. Buscan lucir exitosos.
Disconforme: Viven en descontento. Interesados en rebelarse y buscan vías de escape a su realidad.
Resignado: Buscan seguridad y economía. No quieren grandes cambios y viven en austeridad.
Exitoso: Organizados y seguros de sí mismos. Orientados a las metas. Competitivo y estresado.
Integrado: Viven en la rutina y lo cotidiano. Prefieren marcas grandes y conocidas.
Estos perfiles responden a un profundo análisis de las motivaciones de las personas y buscan comprender el comportamiento de las personas desde la perspectiva de la psicología.
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