Sobre SHEIN y su modelo de negocio.
Creo que los consumidores deberían ser más conscientes de las consecuencias de comprar ropa barata y de moda, y que deberían exigir más información y garantías sobre el origen, la calidad y la ética de los productos que adquieren. SHEIN no es un ejemplo de éxito empresarial, sino de explotación y de engaño.