Hay muchas ventajas para quienes activamente construyen su marca personal.
Pero existe un riesgo en el cual podemos caer.
Es un riesgo que no lo advierten directamente los promotores de la marca personal, pero que sus efectos lo podemos ver todos los días en LinkedIn.
Me explico.
Un relato para contar al mundo
Todos tenemos una historia que contar sobre nuestra vida profesional. Ese relato se construye con logros, proyectos y trabajo. Por lo tanto, tenemos que gestionar todos esos hitos y utilizarlo como insumo en nuestros perfiles en redes sociales.
Toda esa información es la base de la marca personal.
El término lo acuñaron hace 30 años y hoy esta práctica consciente forma parte de la gestión que realizan los profesionales para destacar entre la competencia.
Es decir, tenemos la oportunidad de construir nuestra imagen.
Y justo ahí se encuentra el riesgo.
El riesgo de ser clones
Todos tenemos una imagen de cómo queremos proyectarnos hacia los demás.
El riesgo que oculta la marca personal es que cuando estamos construyendo esa imagen, lo hacemos basado en lo que los demás esperan de nosotros.
Un ejemplo claro es LinkedIn. Existen pautas escritas de lo que debemos mostrar o cómo debemos ser.
El mayor riesgo de crear una marca personal como lo «dicta» LinkedIn es que al final todo seamos la misma versión perfecta de profesionales .
El desafío de ser diferentes
Si todos somos iguales, nadie se diferencia.
Si todos parecemos iguales en nuestros perfiles de LinkedIn nadie destacará al final.
El #desafío es construir tu perfil con tus #herramientas, ventajas y complejidades.
Olvida el estereotipo de éxito #corporativo.
Si todos aspiran a eso y muestran los mismo, LinkedIn se llenará de clones.