Hay que buscar superficies que no sean muy duras y sin declives muy pronunciados. En vez del cemento es preferible caminar sobre el pasto, tierra o arena, siempre que estas últimas no estén muy blanda.
Al menos hay que comenzar con tres veces por semana, idealmente por más de media hora, para luego ir aumentando la frecuencia y duración. La idea es que la persona se canse, pero no que quede extenuada.

Y hay que tener claro que si se quiere bajar de peso o variar la condición física de manera importante, va a tener que evolucionar hacia una actividad deportiva.

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