Alto Hospicio, El nacimiento de una ciudad

Artículo publicado en diciembre de 2001.

Al igual que un adolescente, Alto Hospicio está caminando hacia la vida «adulta». Con sus 16 años a cuestas este amplio sector de Iquique está buscando su identidad y con ella lograr su más preciado sueño: llegar a independizarse del centralismo que significa Iquique. Hospicio quiere ser comuna.

Las primeras familias que habitaron Alto Hospicio llegaron a mediados de 1986 cuando comenzó la creación de varias parcelas y sitios de cultivos destinados para el consumo en Iquique. Hasta esa fecha Hospicio eran unas cuantas casas junto al camino que unía Iquique con la Ruta Panamericana. No existían servicios básicos y su población se limitaba a unas pocas decenas de personas.

El primer impulso ocurrió el 8 de julio de 1988 con la llegada de cien familias al sector. En realidad este grupo de familias fue desalojado de un campamento existente en el barrio El Colorado. En varios camiones sus pertenencias fueron remitidas en medio de la pampa en donde fueron ubicados sin energía eléctrica ni agua potable.

Sólo dos años después, en 1990, comenzaron a gestarse las acciones de emergencia para dar las mínimas condiciones de vida a este sector. Se organizaron los lotes, el envío de camiones aljibes y la ubicación de los pozos negros. De esta manera comenzó a gestarse la población Los Pioneros.

Los primeros trabajos fueron impulsados por la gestión del ex intendente Nelson Garrido. Muchos lo consideran como el fundador de Alto Hospicio. Lo cierto es que su labor sirvió para generar los primeros proyectos que crearían el populoso asentamiento.

Actualidad 2001

Actualmente Alto Hospicio cuenta con 55 mil habitantes y una extensa historia que va desde el desarrollo de los proyectos de Autoconstrucción iniciados en 1995 por la Municipalidad de Iquique hasta las tomas de terrenos generadas a fines de los años noventa en los sectores que actualmente la población conocen como La Negra, El Boro y La Pampa.

Durante 2001 el gobierno lanzó el proyecto más ambicioso para el sector, el Plan Integral, con un costo de 19 mil millones de pesos, organizó los terrenos, urbanizó sitios, levantó nuevas viviendas y entregó el equipamiento comunitario necesario para llevar adelante la vida en esos populosos sectores. Al mismo tiempo, el gobierno inició una serie de proyectos para incentivar la creación de escuelas subvencionadas, instalación de oficinas públicas y mejoramiento vial. Todo ello para que en un futuro cercano Alto Hospicio sea una comuna independiente.

El Plan Integral 

A mediados del año 2000, en plena campaña Presidencial, el entonces candidato Ricardo Lagos Escobar llegó a Alto Hospicio a conocer en terreno la realidad que atravesaban las familias que habitaban en la toma de terreno más grande de la historia del país. Fue entonces cuando Lagos adquirió el compromiso de llevar a cabo un proyecto para mejorar la calidad de vida de las personas que habitaban las tomas de La Negra, La Pampa y El Boro. La meta era solucionar el problema de vivienda a 4.500 familias que habitaban este sector.

Una vez electo Presidente, Ricardo Lagos instruyó al entonces ministro de Vivienda, Claudio Orrego y a un equipo de esta cartera, apoyados por la Organización de las Naciones Unidas, para realizar un diagnóstico a través de una encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas y fichas Cas, para proponer alternativas para acudir en ayuda de esta población.

El Ministerio de Vivienda propuso entonces la construcción de 4.000 soluciones en un período de 6 años. Ese proyecto fue bautizado como «Plan Integral».

Al mismo tiempo, tanto pobladores como dirigentes y el alcalde Jorge Soria, pidieron la posibilidad que se entregaran sitios urbanizados para continuar con los proyectos de la Autoconstrucción iniciados por el municipio local.

El 28 de febrero de 2001, Jaime Ravinet asumió como Ministro de Vivienda y de inmediato realizó una reunión de directorio y aprobó la sugerencia de pobladores y del alcalde entregando dos alternativas a los habitantes de la localidad. Por un lado la posibilidad de acceder a una vivienda a través de subsidios entregados por Serviu y financiamiento de instituciones bancarias y otra modalidad parar obtener un sitio urbanizado donde construir en forma independiente su casa.

El Gobierno abrió registros para los interesados en alguna de las opciones y así poder planificar la cantidad de viviendas y sitios necesarios para los pobladores.

La dirección de este proyecto, denominado Plan Integral, fue Hernán Ortega Castillo, administrador público y ex director de la Corporación Municipal de Santiago.

Metas cumplidas

El primer trimestre de 2003 marca la completación de la mayoría de los proyectos que incluía el Plan Integral, a pesar de algunos problemas con las empresas encargadas de realizar los trabajos de urbanización.

En diciembre de 2002 entregaron 500 viviendas Serviu, de un total de 1.200. La Negra cuenta con luz y agua potable desde la última semana de diciembre de 2002.

En tanto que El Boro y La Pampa tuvieron instalados los servicios básicos durante enero de 2003. En febrero de 2003 la pavimentación de las principales calles de estos tres asentamientos fue completada.

En cuanto a la macro urbanización de estos tres sectores, el Gobierno, ha implementado obras de alta ingeniería para incorporarlos al sistema de urbanización de la comuna. Es así como se han construido plantas de tratamiento de aguas servidas y plantas elevadoras además de un proyecto innovador que permitirá no desechar toda el agua al mar y utilizarla en procesos de irrigación en el cultivo de olivos en el sector de El Boro, planteando una nueva visión del futuro de Hospicio a través de la incorporación del factor agrícola.

Antes del 2005, las autoridades tienen planeado la existencia de un Hospital y una nueva Comisaría, además de una red de sedes comunitarias. También en la zona será construida la nueva cárcel, una de las primeras concesionadas del país.

El problema social que aquejaba a la localidad, ha ido en disminución luego del trabajo realizado por el Plan Integral, el cual apoyado por los mismos pobladores, ha creado una red de ayuda e integración creando hasta la fecha un total de 200 organizaciones sociales transformadas en agrupaciones culturales, juntas de vecinos, organizaciones de mujeres, clubes y ligas deportivas, centros abiertos, comedores e iglesias.