La escucha activa me hace mucho sentido, especialmente cuando analizamos las tendencias actuales sobre comunicación interna en la empresa. Este es un tema que estamos viendo en la empresa en que trabajo. La visión la tenemos sobre la base del modelo de comunicación interna presentado por Manuel Tessi. Uno de los pilares de la empresa para enfrentar los nuevos desafíos en productividad y alineamiento de los objetivos estratégicos está centrado en la escucha activa como el primer paso dentro de un programa de comunicación interna.
La revista, el sitio web o el diario mural son herramientas para enviar mensajes, sin embargo, si queremos efectivamente comunicar lo trascendente dentro de la compañía primero se deben aplicar siete premisas. La primera de ellas es “escuchar primero” a las personas. Luego está el “capitalizar las quejas”, es decir, reunir la información sobre lo bueno y lo malo, lo que dicen y omiten los trabajadores. Luego se encuentra el “ordenamiento de la emisión” y el “narrar con significado”. Es decir, saber qué decir en el momento exacto y en la manera adecuada. La siguiente etapa es “ofrecer la palabra” nuevamente. Esto es el feedback que siempre buscamos. Las dos últimas premisas son más técnicas, pero no menos importantes, “medir los logros” y llevar esa medición a un “cuadro de resultados”.
Este es un tema interesante y que me llama la atención: la comunicación sobre la base de escuchar y luego emitir dentro de la empresa.

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