¿Cuántas veces hemos pasado por la rotonda Chipana y apreciado la gran escultura de un caballo?
Muchos deben preguntarse por qué está ahí y qué significa.

Cuenta la historia que Felicia Muscio llegó a Iquique a fines de 1800 desde Nápoles, cuando desembarcó en Argentina y cruzó la Cordillera de Los Andes en un caballo con su bebé en brazos. Al llegar a Valparaíso emprendió el viaje a su destino final, Iquique, donde la esperaba su marido Vittorio Sciaraffia.
Con este relato, el escultor Antonio Masini plasmó lo que Felicia tuvo que pasar para reencontrarse con su amor y vivir una nueva vida lejos de su hogar.
«Felicia de Los Andes» como fue nombrada esta escultura que muestra a una mujer montada sobre un caballo y con su hija en brazos, fue enviada a hacer por la familia Sciaraffia en 2001 para rendir un homenaje a esta mujer que cruzó océanos para comenzar de nuevo.
Características
La escultura alcanza los ocho metros de altura, por casi cuatro de ancho y tres y medio de profundidad.
Antonio Masini, en el libro «Felicia de Los Andes» cuenta cómo fue el proceso y el significado que le daba a cada pieza de la obra.
«Es una escultura que se cuenta sin recurrir a complicadas interpretaciones. Se hace un autorretrato de una vida de expectativas, de encuentros, de aventuras y de logros», contó Masini en su libro «Felicia de Los Andes».
En Iquique, el 22 de mayo los más de 2 mil lucanos residentes celebran el Día Internacional del Migrante Lucano», y el monumento de «Felicia de Los Andes» es el símbolo para todos ellos.
Día del migrante
Este año, la asociación Lucana en Iquique realizará una ceremonia, como es tradición bajo el monumento. Para ese día, los lucanos residentes en la ciudad llevarán ofrendas florales, a diferencia de otros años, donde realizan una fiesta más grande.
«Por motivos de que está cerca de la fecha del 21 de Mayo y muchos viajarán, preferimos realizar algo más pequeño, pero significativo», contó Paola Villablanca.
Pero esta no es la única actividad que la asociación realiza en el año en Iquique, ya que en la sede de la asociación, ubicada en O’Higgins, entre calle Ramírez y Obispo Labbé, los más de 100 socios inscritos mantienen las tradiciones italianas a través de diversas actividades recreativas.
Las más adultas de las lucanas y descendientes, se reúnen siempre para tomar el «tecito del mes». Ahí juegan lota, conversan y recuerdan aquellos tiempos de antaño en su Italia lejana.
Además, los más jóvenes de la asociación conformaron un grupo de baile tradicional y otro de música, que recorre la ciudad mostrando la cultura italiana en cada actividad.
Una de ellas, la fiesta de las colectividades extranjeras, donde sacan a la luz toda su gastronomía, artesanía, trajes típicos y folclor.
Los lucanos que hoy viven en Iquique pueden cruzar el sector sur sintiéndose orgullosos de los primeros habitantes que llegaron a la ciudad, ya que gracias al monumento «Felicia de Los Andes» pueden recordar y contar a las nuevas generaciones cómo una mujer junto a su pequeña hija pudieron cruzar el mundo y la Cordillera de Los Andes para reencontrarse con su familia y comenzar una nueva vida en Iquique. J
Recortado desde: http://www.estrellaiquique.cl/impresa/2015/05/17/full/cuerpo-principal/8/