La antigua vida nocturna en Iquique

Luces de la Noche 

Si bien Iquique desde sus comienzos había tenido una activa vida nocturna, principalmente por el teatro, a partir de los años 40 cobra nuevos bríos con la presencia de grupos como «Los Rítmicos del Norte» que hacían bailar a los iquiqueños con sus voces, guitarras y mandolinas. La noche se movía al compás del valses, boleros, mambos y guarachas.  
Durante los años 50 el ambiente se ve invadido por las baladas románticas de «Los Caminantes» que, imitando el estilo tropical de la Orquesta Huambalay y Dámaso Pérez Prado, animan clubes como Ludimar, Murex, Maxim y La Gaviota.
Los iquiqueños, acostumbrados a contar con espectáculos de calidad, llenan los principales centros culturales y de entretención.


Grupos de los años 60

En los años 60 las boites y centros nocturnos como el «Ragú» y «Nang King», iluminan la activa vida nocturna que había hecho famoso a este puerto. Los escenarios iquiqueños presentan a grupos como «Los Bingos» que con sus temas «El Zancudo Picarón» y «La Negra Juana» invaden las tres radios locales.
En tanto aparecen grupos como «Las Voces del Tamarugal», que con títulos como «A mi Puerto» y «Chimenea de Santa Laura» reflejaban su amor por esta tierra.
Mientras a nivel nacional surge un nuevo movimiento musical denominado «La Nueva Ola», que remece el principal centro de eventos de esta urbe, el Teatro Nacional.  Esta sala de espectáculos ubicada entonces enfrente al actual Mercado Municipal, por calle Sargento Aldea, fue el lugar donde actuaron artistas como el «Pollo» Fuentes y Cecilia.
El teatro repletaba sus butacas con gente de todas las edades para ver a esas figuras nacionales, como también a grupos locales como «Ralbepp» y «Los New Demons».
Durante esta época y paralela a la aparición de los artistas chilenos se presentaron en la ciudad estrellas como Sandro, Salvatore Adamo, Libertad Lamarque, Miguel Aceves Mejías y Yaco Monti, que arribaban a la ciudad por avión, trastocando la actividad cotidiana de los iquiqueños.


Épocas difíciles

Los años setenta estuvieron marcados por hechos que afectaron el proceso cultural que se estaba viviendo.
Iquique desde siempre había sido una ciudad nocturna, pero a partir de 1973, con la instauración del toque de queda, comenzaría un cambio en las actividades artísticas.
Los tambos y peñas se masificaban como formas de expresión popular, retornando al folklore y a las raíces andinas.
De esta manera los locales nocturnos tratan de adecuarse, pero muchos de ellos cierran.
En los años 80 y 90 los iquiqueños vuelven a asistir a espectáculos nocturnos. Nuevamente el teatro comienza a tomar fuerza, pero nunca más alcanzaría  la importancia que tenía en la época del oro blanco.
«La época de oro del teatro y de casi todas las expresiones artísticas ha ido poco a poco decayendo, no en su calidad que continúa brindando espectáculos de gran nivel, sino en  su número. Hoy ver teatro o a un artista, es un privilegio que lamentablemente no muchos saben apreciar», señala Willie Zegarra.   

Los hermanos Prieto

Los principales exponente de la música popular corresponde a los hermanos Prieto. Joaquín, como compositor y Antonio como intérprete. El tema «La Novia» traspasó las fronteras de la nación en la voz de Antonio Espinoza Prieto. Canciones como «Son rumores» o «Martín tenía un violín», viven en la memoria colectiva.
Los New Demonds
Iquique tuvo su Nueva Ola durante los años 60. Los mayores exponente en la ciudad fueron los New Demons. Su líder fue Rafael «Pato» Pineda y lograron grabar en 1968 «No llores por amor». Este disco fue éxito en Iquique, Lima, Arequipa y Tacna. «El camino» o la Avenida Balmaceda se transformó en el santuario de estos grupos musicales, especialmente durante la época de carnaval.También se presentaron en las sociedades de Socorros Mutuos que estaban repartidas en diferentes puntos del centro de la ciudad.