San Lorenzo de Tarapacá

San Lorenzo de Tarapacá

Si bien no tiene el carácter masivo de La Tirana, la fiesta con que los fieles saludan a San Lorenzo de Tarapacá cada 10 de agosto cuenta con las mismas muestras de fe y devoción de las festividades patronales de todo Chile.
San Lorenzo, el «Lolito» como le llaman cariñosamente los peregrinos, fue un diácono del Papa Sixto II, que se dedicaba a recaudar dinero para repartirlo entre la gente más pobre de Roma. Valeriano, el Emperador romano de esa época, ordenó al sacerdote reunir todo el dinero posible en una plaza de la ciudad. El día estipulado para que el diácono cumpliera su misión, Lorenzo dijo al monarca que se acercara a la ventana, que allí estaba toda la riqueza de la Iglesia. Valeriano al ver la plaza poblada de mendigos ordenó matar a Lorenzo en las brasas de una parrilla el 10 de agosto del año 258 de nuestra era. 
Mientras San Lorenzo era quemado vivo a causa del castigo, oró a Dios diciendo «Gracias te doy, Señor mío, por haberme dado poder para entrar en el Reino de tu eterna bienaventuranza». Luego expiró.
Su imagen es venerada cada año en distintas partes del mundo, siendo la de Tarapacá una de las fiestas más antiguas de América que se realiza en su memoria.
El cuerpo del santo fue enterrado en su ciudad natal, Huesta, dentro del Monasterio «El Escorial» y su devoción llegó a Chile junto con los conquistadores españoles.
A pesar de haber sido azotado por terremotos e incendios, el pueblo de Tarapacá conserva gran parte de su estilo arquitectónico. 
El actual templo se encuentra en reconstrucción desde que en 1997 fue destruido por un terremoto en más de un 70 por ciento de su estructura.


Fiesta de la reliquia

Cada 28 de abril en el poblado de Tarapacá realiza una festividad religiosa en honor a la Reliquia de San Lorenzo.
Fermín Méndez, encargado del comité organizador, destaca que esta fiesta se institucionalizó en el Santuario en 1997, año en que fue traída desde España una pequeña parte del hueso parietal del santo.
En 1997 los administradores de El Escorial, lugar en donde descansa los restos de San Lorenzo, a petición del ex obispo de Iquique Raúl Troncoso, accedieron a enviar un trozo del cuerpo del santo al templo de Tarapacá.