La Reina del Tamarugal

La Tirana

Capítulo 36

Iquique Siglo XX

La Reina del Tamarugal

En La Tirana, un pequeño poblado situado a 72 kilómetros  al suroeste de Iquique, se efectúa cada 16 de julio la fiesta religiosa más importante de la zona norte de Chile.
Ese día y durante la semana que lo precede, el Santuario cuadriplica su población con la llegada de peregrinos y bailes religiosos que se congregan para rendir homenaje a la Virgen del Carmen, la «Chinita«, la Reina del Tamarugal, Patrona de Chile, Madre de Dios y Protectora de los Creyentes.

TRES ETAPAS

Según los historiadores, el santuario de La Tirana desde su creación hasta hoy ha pasado por tres etapas:

  1. La etapa andina que va desde el siglo XV al XIX.

 

  • La etapa pampina que se desarrolló desde el siglo XIX hasta la mitad del siglo XX.

 

 

  • La etapa contemporánea o moderna que surge a partir de 1950.

 

 

Los orígenes del poblado se mezclan con la leyenda y señalan que su nombre se debe a una princesa Inca llamada Ñusta Huillac, la cual por su crueldad en contra de los conquistadores, recibió el nombre de Bella Tirana del Tamarugal.

Esta joven se enamoró de un portugués que cayó prisionero y que posteriormente la convirtió al cristianismo. Sus súbditos ante tal situación decidieron sacrificar a los enamorados y una vez ejecutada la sentencia son enterrados juntos en la pampa.
Un siglo después se descubre en un bosque de tamarugos una cruz cristiana que marca el sitio donde fueron enterrados los amantes y donde más tarde fue construido el pueblo de La Tirana.
Algunos investigadores señalan que es muy posible que durante esta época La Tirana haya sido un santuario precolombino aymara y la leyenda de la Ñusta, una expresión más de lo que estaba sucediendo en América, donde se efectuaba una simbiosis entre la cultura indígena y los conquistadores.
Según el obispo de Iquique, monseñor Marco Ordenes, existen pocos antecedentes históricos que puedan comprobar la veracidad o falsedad de la leyenda de la princesa y Vasco de Almeyda. «Sin embargo, no cabe duda que ésta su ubica históricamente también en el siglo XV, época en que la evangelización hispánica intentaba reemplazar las festividades andinas con las propias».

PRIMER TEMPLO

Según explica monseñor Ordenes, en los dos siglos siguientes se desarrolló un progresivo culto andino donde los conquistadores hicieron patente su influencia en danza rituales en una ermita o templo dedicado a la Virgen. Ese recinto fue considerado como el primer templo de La Tirana.
Pero la figura de la Señora del Carmen viene a cobrar importancia entre los indígenas no tanto por la fe católica, profundamente mariana, sino por elementos que la vinculan con la madre tierra o «Pachamama» presente en la cosmovisión andina.
A fines del siglo XVIII la devoción hacia la Reina del Tamarugal aumentó y comenzó a construirse el segundo templo de adobe en su honor.

RITUAL PAMPINO

La presencia del hombre pampino del Norte Grande a partir del 1900 encuentra en esta devoción tan particular una nueva forma de expresión de sus creencias y comienza a hacerla suya. Los pampinos empezaron entonces a bailar incorporando sus propias danzas, desplazando el culto aymara predominante hasta ese momento.
En 1866 producto de un incendio se produce la destrucción del segundo templo, iniciándose desde ese momento la recolección de materiales por todas las oficinas salitreras. Seis años más tarde se inició la construcción del actual templo que paró sus obras debido al comienzo de la Guerra del Pacífico, concluyéndolas sólo en 1886.
«·Si observamos las dimensiones de esta iglesia, la época que fue construida y la cantidad de personas que habitan en el pueblo de La Tirana, es innegable la importancia que había adquirido este lugar sagrado para los pampinos que habían colaborado en su edificación», precisa monseñor Ordenes.
Concluida la construcción del templo, el liderazgo de la gente de la pampa dentro de la festividad fue evidente y comenzaron a formarse las primeras cofradías religiosas. Los bailes más antiguos, como se conocen en la actualidad, fueron el baile «Chino» y el de los pastores de la «Abuela Elcira«.
Con el correr del tiempo se van estructurando más organizaciones religiosas y la gente va al Santuario desde las distintas oficinas salitreras en carretas, en tren o a pie dándole mayor fama a esta festividad.
Posteriormente con la crisis salitrera los pampinos emigran a las ciudades y transmiten su devoción por la Virgen a toda la zona norte de Chile.