Mejorar la pólvora

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Iquique siglo XX

Capítulo 9

Mejorar la pólvora

En 1795 España nació el interés de producir nitrato potásico y durante varias décadas dedicó a científicos en Perú a perfeccionar e sistema de elaboración del salitre de alta calidad.
Esta búsqueda del método se prolongó hasta 1809. Ya en esa fecha la necesidad de conseguir nitrato potásico para la pólvora era urgente para toda la colonia española en América. La amenaza de Napoleón de invadir España y el continente americano obligó a la corona a desarrollar aún más su industria para la guerra.
Ante esto el virrey del Perú, Gil de Taboada, pidió aumentar la producción, lo que a su vez generó la imperiosa necesidad de extraer caliche de Tarapacá.
Las primeras exportaciones comenzaron en en 1806. Los arrieros bajaban con mulas el caliche en bruto para ser embarcado en Iquique y ser enviado al Callao. Durante estas faenas los terratenientes españoles siguieron indagando para conseguir un producto de mayor calidad.
Fue así que el 15 de julio de 1809, el diario “Minerva Peruana” publicó un artículo que informaba sobre el naturalista Tadeo Haencke . Este científico encontró la manera de convertir el nitrato de sodio en potásico, osea, salitre bruto en refinado, especial para la pólvora. Con esta información los industriales españoles Sebastián de Ugarrisa y Matías de la Fuente, quienes explotaban el caliche en la pampa, fueron en búsqueda de Haencke para que les entregara la fórmula.
El científico alemán se encontraba en la hacienda de Santa Cruz de Elicona, ubicado cerca de Cochabamba en el Alto Perú. Hasta allá llegaron los industriales españoles, quienes consiguieron la valiosa información de Haencke.
Con este método, los empresarios construyeron las primeras oficinas salitrera entre 1810 y 1822 en Pampa Zapiga, Pampa Negra y Negreiros. La producción de salitre refinado iba mayormente a Lima y en menor porción a Chile.

Sistema de Paradas

Con la base de conocimiento inca y el trabajo desarrollado en menor escala por los primeros colonizadores españoles para tener fertilizante destinado a sus cultivos en las quebradas se logró dar los primeros pasos en esta incipiente industria.
Al principio, la empresa era extremadamente rudimentaria y se dividía principalmente en tres etapas: la extracción del caliche con mazos y chuzos y el traslado del material hasta la “oficina”, el procesamiento del mineral y la comercialización del mismo.
El sistema de paradas, como lo llamaron los industriales españoles, es similar a la técnica que desarrollaron los indígenas. La diferencia estaba en el volumen de producción y los materiales que utilizaron en el proceso.
Separados de esta estructura había dos estanques llamados en la época dorada del salitre como “chulladores”, en lo que se revolvían los caldos y se clarificaban luego de ser hervidos en los fondos metálicos. El traspaso entre ambos recipientes en una primera época se hacía con grandes cucharones y luego a través de un sistema de canaletas.
Las bateas cristalizadoras era de madera y planas, tenían poca profundidad y estaban depositadas en pequeños muros de piedras y barros. En esta última etapa se lograba captar el nitrato potásico en la pureza necesaria que exigían los mercados del Perú y Europa.
Junto a estas faenas se levantaban las chozas de los trabajadores y la oficina de administración. Este sistema recibió el nombre paradas porque las faenas se trasladaban a otro punto de la pampa cuando la zona que explotaban ya no entregaba salitre de buena ley.
Los primeros quintales destinados al viejo mundo fueron embarcados a principios de 1830.


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