Hace una semana, la Revista del Domingo en viaje de El Mercurio se dedicó a reseñar las playas del norte de Chile. La persona que escribió ese artículo dejó mal paradas a todas las playas, pero en especial a las de Iquique.
Una mala visión.
Molesta, pero al mismo tiempo es una realidad evidente y que algunos intentan cubrir con los mismos turistas que ponen sus toallas en la arena.
Playa Blanca, del Parque Nacional Llanos
de Challe. Cuando las marejadas no arrojan huiros, esta playa de arenas
blancas y aguas turquesa, ubicada a unos 35 kilómetros al norte de
Huasco, se convierte en una de las más lindas de la zona. Conaf tiene
sitios de camping con agua, cuestan 10.000 pesos diarios.Playa Blanca, del Parque Nacional Pan de Azúcar: una de las más lindas
de este parque, pero difícil de disfrutar en verano, cuando se llena de
mochileros en búsqueda de parranda.
Piedra Guacha y Las Tórtolas: dos lindas y solitarias playas al sur de
Taltal, por el nuevo camino costero, pero también con muchos huiros.
Algunos lugareños suelen acampar aquí y dejan basura.
Playa Blanca, Mejillones: una hermosa y alejada playa de arena blanca y
aguas verdes y calmas ubicada al otro lado de la bahía de Mejillones,
por el camino hacia La Rinconada. Hay carpas y basura.
Punta Atala: ubicada a unos 30 kilómetros al sur de Tocopilla, es una
preciosa caleta de pescadores, con aguas verdes y una playa de piedras
que, lamentablemente, está descuidada y llena de basura.
Cavancha, Chanavayita e Ike Ike: tres de las mejores playas para
bañarse en Iquique dejan mucho que desear en el verano. La primera está
llena de gente, las palmeras se están secando y, lo peor, se ve sucia.
Así y todo, está llena de surfistas, pues es uno de los mejores lugares
de Chile para aprender este deporte. Además, en la mañana, solitaria,
se ve muy linda. La segunda es literalmente una piscina de mar, pero
hoy parece casi un basural. La tercera, ubicada 110 kilómetros al sur
de Iquique, es una playa de arenas blancas, aguas casi tibias y un
paisaje desértico notable, pero está abandonada y nadie se preocupa de
la limpieza. Es mejor disfrutarla en otra época del año.
Chinchorro y El Laucho: son las dos playas más recomendables de Arica,
pero a partir de la segunda quincena de febrero sufren los embates del
invierno boliviano y se ensucian con la bajada del río San José.
