Aunque no lo crean encontré un comentario inteligente en la edición dominical de Las Ultimas Noticias. Habla sobre la descarga de música de internte y cómo la industria musical no ha podido estar a la par con los cambios tecnologícos y el modelo de negocio.
No mates la música
de Felipe Pumarino
No sé además si la Feria del Disco sea el ente adecuado para llevar adelante esta lucha para no matar la música. Unas 60 veces habré entrado en sus locales y jamás hallé lo que buscaba. Sí encontré anaqueles caóticos, seiscientos veinte colecciones de reggaetón, vendedores desganados y precios absurdos. Da pena viajar fuera de Chile y comprobar que cualquiera disquería de pueblo está mejor surtida que nuestra insólitamente próspera cadena criolla.
Es muy triste que el sufrido artista pierda la plata de sus derechos de autor cada vez que alguien baja a la mala su canción desde internet. Pero uno como consumidor a veces se plantea ciertas dudas sobre teoría económica simple: ¿Por qué yo habría de pagar por algo que puedo recibir gratist?, ¿Cuánto cuesta realmente un CD a parte de los $150 del disco virgen? Da toda la impresión de que el mundo avanzó más rápido que el negocio musical, el que no ha sabido dar respuesta inteligente a un fenómeno que se les escapó de las manos hace rato. Y por último, ¿Por qué no reclaman también contra las empresas que fabrican copiadores de CD y las multitiendas que los venden?