La Nación Domingo publicó un reportaje sobre la crisis del sistema previsional en Chile. Hay cifras que preocupan y también uno queda con la sensación que las AFP están ganando demasiado con el dinero ajeno.
Las pensiones en Chile son de hambre. La mitad de la fuerza laboral está condenada a la indigencia. Más allá de las frases grandilocuentes, lanzadas en el fragor de una elección ganada, la crisis no resiste análisis y los dueños de la plata decidieron alzar su voz.
Según estudios de la Superintendencia de AFP (SAFP) y el Centro de Estudios Nacionales para el Desarrollo Alternativo (CENDA), las AFP tienen siete millones de afiliados. Sólo un cuarto de ellos recibirá el pago desde su administradora. Otro cuarto deberá utilizar la garantía estatal para recibir una pensión mínima de 75 mil pesos. La mitad restante, unos tres millones y medio de personas, tendrá como única opción postular a una pensión asistencial, que en promedio alcanza a los 41 mil pesos.
En el mismo estudio queda claro que la calidad de los empleos en Chile ha empeorado. Cada vez son más las personas que no cotizan, no tienen contrato o simplemente trabajan en forma esporádica.
Más de la mitad de los cotizantes en AFP tienen alrededor de 36 años e imponen cuatro meses al año en promedio. Es decir, la fuerza laboral en Chile rota entre períodos de trabajo asalariado de corta duración, trabajos informales y períodos de desempleo.
Los trabajadores estables que cotizan todo el año representan menos del 11% del total. En resumen, más de la mitad de los asalariados no contarán con los fondos suficientes para una pensión mínima, porque en promedio cotizan 180 meses, 60 menos de los que se requiere para optar a ella.
También el reportaje establece lo más obvio, pero que pocos se atreven a decir en voz alta. Las AFP ganan mucho más por las comisiones, que lo que implica su gasto operacional. La comparación está con el INP que gasta menos, cobra menos y tienen el mayor número de afiliados.
El 73% de las pensiones otorgadas a los adultos mayores llegan a través del Instituto de Normalización Previsional (INP), organismo que tiene un costo de operación de 57.330 millones de pesos, mientras que las comisiones netas cobradas por las AFP, derivadas del 10% del salario de los cotizantes, ascendieron a 199.857 millones de pesos en 2004. Con poco más de un cuarto de esa cifra, el Estado atiende a la mayoría de los adultos mayores, mientras que el sistema privado se ocupa sólo de un 4%.
Aunque los gastos operacionales de las AFP son elevados (30 mil millones de pesos en gastos de comercialización, más 855 en remuneraciones para los directivos), las utilidades ascendieron a 112 mil millones de pesos en 2005. Según un estudio de la Universidad Católica, entre 1998 y 2003 la rentabilidad promedio de las AFP superó el 50%.
ey qu ebuen post me gusto mucho el texto gracias por la informacion
Estare unos dias en Iquique.. en una de esas armamos un grupo entretenido pa`tomarnos un cafecito.. cuidate¡¡
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