Con un clima privilegiado, donde nunca llueve, y cuyas temperaturas medias oscilan entre 13° y 26°, la costa iquiqueña trae consigo un plus natural dado por sus playas de aguas tibias y arenas suaves, que albergan historia, belleza, armonía y una soledad compañera que pueden disfrutar sólo aquellos que recorren el litoral fresco y cautivante, mientras el sol se pone hasta desaparecer.
Igual que ocurre en las playas de Tahití, Cayo Coco y/o Pichilemu, el litoral nortino mantiene una potencialidad latente en los temas de distracción y entretenimiento al aire libre. Así, son muchas las personas que aprovechan las bondades del clima, la naturaleza y el entorno de los balnearios y rincones costeros de Iquique y sus alrededores, una zona exquisita de recursos turísticos que ha empezado a despertar la curiosidad de los cientos de turistas que cada año visitan la ciudad.
Entonces, y a propósito de estas benditas circunstancias, surge un abanico de posibilidades para departir en pareja, en familia o simplemente con amigos.
Si consideramos sólo el trayecto que conecta a la ciudad con la desembocadura del Río Loa, ya podemos reunir 140 kilómetros de playas y sitios de esparcimiento que se suman uno tras otro de la mano de la ruta costera al sur del país.
Siguiendo el camino…
En este dinámico recorrido, de inigualable armonía estética que mezcla aromas marinos y lejanos silencios pampinos, se conectan el paso del tiempo con la belleza de tibias playas e incansables caletas pesqueras cuyos habitantes no cesan en sacar a flote.
Cavancha
En el corazón de la ciudad, Cavancha se ha convertido en el tradicional punto de encuentro para turistas, jóvenes y familias. Balnearios de suaves arenas y cálidas aguas aptas para el nado, posee una extensa playa donde además, cada verano llegan entretenidos juegos y curiosidades, al alero de competencias y campeonatos de corte deportivo, para amenizar aún más esta suerte de ambiente festivalero que se vive cada temporada en la ciudad.
Playa Blanca
A pocos kilómetros al sur de la ciudad, se emplaza Playa Blanca, reconocido balneario de aguas color esmeralda, delineado suavemente por blancas arenas que dan forma a este singular tesoro natural. La calma de la marea permite nadar y bucear confiadamente, como también el ejercicio de diversos deportes y actividades náuticas. Es en este preciso lugar donde se ha habilitado el club de golf Playa Blanca, adaptado a las condiciones naturales de este inquebrantable desierto nortino.
Los verdes
Siguiendo la ruta al sur del mundo, y pasando por diversas playas adyacentes a la carretera, cuando suman 24 kilómetros desde Iquique, encontramos a Los Verdes, conocida caleta de pescadores y balneario donde se han emplazado tradicionales restaurantes a los cuales concurren turistas y visitantes de la ciudad cada fin de semana. Directo «del mar al paladar» llegan los más exquisitos pescados, mariscos y moluscos, para deleitar a la gran variedad de comensales. Asimismo la caleta alberga un interesante museo arqueológico formado principalmente por piezas y partes obtenidas en el mismo sector.
Chanavayita
Pasando Pozo Toyo, importante granja marina productora de ostras, encontramos a Chanavayita, pintoresca caleta de pescadores y playa que cuenta con un complejo turístico con cabañas. La playa de blancas arenas y aguas color esmeralda invita al nado, y a la pesca.
Chipana
Finalmente, a escasos kilómetros antes de la desembocadura del Río Loa, llegamos a la playa más extensa del litoral nortino: Playa Chipana, donde no sólo llegan las familias y amigos a disfrutar de la calidez de sus aguas, sino también se congregan los aficionados a la pesca de orilla. Así este escenario costero ofrece posibilidades para todos, y más aún para los llegan desde el sur a la ciudad por vía terrestre, quienes para hacer más ameno y aventurero el largo viaje, pueden detenerse prácticamente a la vera del camino, para tomar deliciosos baños de agua y sol, hacer un picnic, e incluso pernoctar en el camino.
Ike-Ike
Un poco más al sur, habiendo pasado por las caletas de pescadores Río Seco y San Marcos respectivamente, a 109 kilómetros de la urbe se encuentra playa Ike-Ike cuyo nombre es el llamado original de la ciudad. Bañada por una parte con blancas arenas, y por otra con cálidas aguas, esta playa se torna muy adecuada para la práctica de deportes náuticos.