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Todos sabemos que llevar una alimentación sana y equilibrada es fundamental para nuestra salud y bienestar. Una dieta saludable nos ayuda a prevenir la malnutrición, las enfermedades no transmisibles y los trastornos relacionados con la alimentación¹. Sin embargo, a veces nos dejamos llevar por las circunstancias y hacemos excepciones que pueden afectar negativamente a nuestros hábitos alimenticios.

Yo mismo he vivido esta situación y es resultado de las excepciones que hice al comer porque:

• Había visitas y quería quedar bien con ellos, ofreciéndoles comida rica pero poco saludable.
• Tomar once en vez de cenar.
• Cociné dulces como hobbie, porque me relaja y me divierte, pero luego no pude resistirme a probarlos.
• Hubo salidas a comer o viajes donde me salté mi pauta, pensando que era una ocasión especial y que podía darme un capricho.

Estas excepciones se fueron acumulando y se convirtieron en hábitos poco saludables que me hicieron perder el control de mi alimentación. ¿Qué he aprendido de esta experiencia?

• A darme cuenta de que la constancia es clave. No se trata de hacer dietas extremas o restrictivas, sino de seguir una pauta alimentaria que sea adecuada para mí, que incluya todos los grupos de alimentos y que favorezca el consumo de frutas, verduras, carnes y lácteos bajos en grasa, leguminosas y cereales integrales².
• A reconocer que las excepciones son tentaciones. No hay nada malo en darse un gusto de vez en cuando, pero hay que hacerlo con moderación y conciencia. No se puede usar cualquier excusa para comer lo que no se debe o más de lo que se necesita.
• A entender que romper una rutina puede llevarte por el camino equivocado en tema de alimentación. Cuando se pierde el hábito de comer sano, se entra en un círculo vicioso que puede afectar a nuestra salud física y mental. Por eso, es importante mantener una regularidad en las comidas, no saltarse ninguna (sobre todo el desayuno), comer despacio y masticar bien, beber suficiente agua y evitar el consumo excesivo de azúcar, sal y grasas³.

Espero que mi testimonio te sirva para reflexionar sobre la importancia de mantener hábitos alimenticios saludables y para evitar caer en las trampas que pueden hacerte romperlos. Recuerda que tu salud es lo más importante y que tú eres el responsable de cuidarla.

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