¿Cómo definirías a un buen vecino?
Ah, el buen vecino ideal. Siempre tiene una sonrisa y un «¿cómo estás?» listo, mostrándonos su sincero interés. En esos momentos de crisis, no duda en aparecer en nuestra puerta, dispuesto a ayudar en lo que pueda, y luego regresa a su rutina diaria sin hacer ruido. Nada dice «vecindario unido» como alguien que sabe estar presente cuando se le necesita, sin olvidar el valor de la discreción.