Este artículo lo escribí el fin de semana y apareció en La Estrella de Iquique el domino 24 de febrero. Hablo sobre el trabajo para el 2008 y el fin de las promesas. Ahora es el momento de concretar anuncios. Eso se ve difícil, porque el 2008 es un año de elecciones municipales y en las campañas siempre aparecen promesas.
Iquique 2008

Falta poco más de una semana para que comience marzo y la ciudad retome su ritmo de trabajo habitual.
Para Iquique, el 2008 es un año gravitante en su desarrollo económico, social y político.
La ciudadanía espera que durante los próximos meses comience la concreción de proyectos que han permanecido en carpeta o “adormecidos” en los últimos años.
El 2008 tiene que ser un año de cosechas y también de trabajo en las principales tareas que aseguren el crecimiento continuo de la ciudad.
También será un año de decisiones. En octubre son las elecciones municipales y las campañas políticas y la presencia de los candidatos de seguro modificarán el ambiente.
Lo cierto es Iquique ya tiene una agenda de proyectos y los acuerdos establecidos. Ahora es el momento de poner en marcha los anuncios que se han realizado en los últimos meses. La ciudadanía quiere que los estudios de diseño se pongan en marcha y que las autoridades respectivas comprometan su apoyo y los recursos respectivos.
El 2008 no puede ser un año de promesas, sino un año de trabajo y acuerdos. Y es que ahora, por ejemplo, es el momento de dar los primeros pasos para la construcción de la doble pista entre Iquique y el aeropuerto, el rompeolas para Playa Brava y el estudio para crear una nueva ruta de acceso hacia la Panamericana.
Dirigentes sociales y gremiales reconocen que una de las necesidades urgentes de Iquique es la conectividad. El tema va más allá de la ruta internacional Huara Colchane, puesto que Iquique necesita mejorar sus calles, pavimentar las que aún son de tierra y elevar el estándar vial en todo el radio urbano.
Las fuerzas vivas también concuerdan que las autoridades deben enfrentar los desafíos de la administración de los recursos hídricos en la región de Tarapacá. Es evidente que este tema no ha sido, hasta el momento, prioridad en quienes deben asegurar el suministro para los centros urbanos y las localidades rurales. El agua forma parte del desarrollo económico y social de la región, pero cada vez es más escasa y por lo mismo se deben pensar en opciones como la desalinización y el cuidado de los acuíferos de la zona interior.
También las autoridades tienen tareas pendientes. Entre ellas están la construcción de la nueva escuela Santa María, la renovación del casco antiguo de Iquique, eliminar la contaminación visual de los cables en desuso, mejorar el alumbrado público, y, sin lugar a dudas, invertir más y mejor en el sector educación.
Cuando consultamos a los actores sociales cuáles eran las trabas al desarrollo de la ciudad, todos centraron sus dardos en la economía, la seguridad y la infraestructura. Para tener un desarrollo en Iquique es necesario entregar más herramientas a la población, mejorar la capacidad de análisis e incentivar además la lectura, entre otros temas, para genera ciudadanos informados y con opinión para los nuevos tiempos.
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