Escuché que estamos perdiendo el hábito de celebrar. Estamos tan enfocados en la meta que olvidamos ver y reconocer los pasos que vamos dando en la vida.
Sin embargo, la vida es un caminar y no llegar a la meta. Por lo tanto, debemos celebrar los pasos y no enfocarnos en forma enfermiza en la meta.
Además, tener metas es importante, pero celebrar también el proceso de avanzar, especialmente cuando estás creando un nuevo hábito. Por ejemplo, si quieres aprender un idioma nuevo, no esperes a hablarlo perfectamente para sentirte satisfecho. Cada vez que aprendas una palabra nueva, una regla gramatical o una expresión, felicítate por tu esfuerzo y tu progreso. Así mantendrás tu motivación y tu confianza.
