Hoy queremos compartir con ustedes la historia de una persona que tomó una decisión valiente y transformadora: dejar Twitter y Facebook para siempre.

¿Se imaginan vivir sin estas redes sociales? ¿Sin ver las noticias, los memes, los videos, los likes, los comentarios, los mensajes? ¿Sin saber qué hacen sus amigos, sus familiares, sus ídolos, sus enemigos?

Puede sonar imposible, pero es posible. Y no solo eso, sino que es beneficioso. Les vamos a contar por qué.

Twitter y Facebook son plataformas que tienen muchos aspectos negativos que pueden afectar nuestra salud mental y nuestro bienestar. Algunos de estos aspectos son:

  • La desinformación: Estas redes sociales están llenas de noticias falsas, rumores, teorías conspirativas y propaganda que pueden confundirnos, engañarnos y manipularnos.
  • El odio: Estas redes sociales también están llenas de personas que se insultan, se ofenden, se amenazan y se agreden por cualquier motivo. Estas personas pueden generar un ambiente tóxico y violento que nos puede hacer sentir mal.
  • La comparación: Estas redes sociales nos muestran constantemente lo que hacen los demás, lo que tienen, lo que logran, lo que opinan. Esto puede hacernos sentir inferiores, insatisfechos, envidiosos o frustrados.
  • La adicción: Estas redes sociales nos atrapan con sus algoritmos, sus notificaciones, sus recompensas. Esto puede hacernos perder el control, el tiempo y la atención. Puede afectar nuestra productividad, nuestra creatividad y nuestra memoria.
  • La privacidad: Estas redes sociales nos vigilan, nos rastrean, nos analizan y nos venden. Esto puede hacernos sentir vulnerables, expuestos y usados. Puede poner en riesgo nuestra seguridad, nuestra identidad y nuestros derechos.

Por eso, esta persona decidió cerrar definitivamente sus cuentas de Twitter y Facebook. Y esto fue lo que pasó:

  • Se liberó: Dejó de sentirse ansioso, estresado y deprimido por lo que pasaba en esas redes. Dejó de exponerse a contenidos nocivos y tóxicos que le hacían daño.
  • Se conectó: Empezó a dedicar más tiempo a lo que realmente le importa: su familia, sus amigos, su trabajo, sus hobbies, su salud. Empezó a disfrutar más de la vida real y menos de la virtual.
  • Se expresó: Empezó a explorar otras plataformas que le ofrecen una experiencia más positiva, creativa y auténtica. Plataformas donde puede expresarse libremente, compartir sus intereses, aprender de otros y formar parte de una comunidad. Plataformas donde se siente respetado, valorado y feliz.

Esta persona nos cuenta que dejar Twitter y Facebook fue una de las mejores decisiones que tomó en su vida. Que se siente más tranquilo, más contento y más pleno. Que ha descubierto nuevas formas de comunicarse, de informarse y de entretenerse.

Por eso, les invitamos a que reflexionen sobre su relación con Twitter y Facebook. ¿Les hacen bien o les hacen mal? ¿Les dan más o les quitan más? ¿Les ayudan o les perjudican?

Si sienten que estas plataformas no les aportan nada bueno, les animamos a que


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