Darle la espalda a Google ahora mismo pasa por abandonar el navegador Chrome, Google Search, Gmail, YouTube… ¿quién de los aquí presentes cambiaría de navegador, buscador, correo electrónico, servicio de vídeo, red social e incluso de smartphone? Muy pocos llegan a hacerlo. La compañía ya nos tiene bien cogidos. Y no digo que eso sea malo, simplemente hay que saber tenerlo en cuenta.
Porque hay una cosa que siempre prevalece: si queremos que una compañía deje de meter sus narices en nuestras actividades por la red, simplemente hay que dejar de utilizar sus servicios. Por un motivo o un otro, es entonces cuando la misma compañía cambia sus políticas para no perder lo que al fin y al cabo somos: clientes. De una empresa que a fin de año busca lo que todas las empresas: beneficios. Por muy open y anti-evil que se
vía Don’t be evil (and poor): el cambio de nuestra impresión hacia el Google de antes y el de ahora.