En la época del esplendor del salitre, entre 1880 y 1920, el puerto de Iquique tuvo un movimiento extraordinario de carga en relación a otras ciudades de Chile. Este auge se vio reflejado en los edificios dedicados a prestar servicios a la actividad portuario.
Además de la belleza del edificio de Aduanas, fue levantado el Muelle de Pasajeros.
En el puerto el transporte entre los muelles se realizaba en lanchas o botes a remo. A fines del Siglo XIX la administración decidió construir un muelle de atraque para realizar los embarques y desembarques de pasajeros de manera más fácil, segura y rápida. Esta decisión se tomó luego del explosivo aumento del tránsito de personas en el lugar. No existen registros que indiquen una fecha exacta de inauguración.
En el Muelle de Pasajeros se construyó en pino oregón sobre pilares metálicos. Su corredor está techado y termina en un gran triángulo que constituye una proa, en sus costados tiene graderías que bajan hacia el mar. La construcción fue declarada Monumento Nacional en 1987.
En 1998 la Gobernación Marítima de Iquique, prohibido la entrada a esta estructura debido al ruinoso estado de sus bases metálicas y al embancamiento que sufre hace varias décadas. Durante el 2002 el Consejo Regional entregó 126 millones para su restauración.