8) Twitter te hace disléxico: bueno, no sé si disléxico. Pero después de una temporada en Twitter que ni se te ocurra leer “La guerra y la paz”. Con Twitter te acostumbras al fragmento, al trozo. En realidad ni siquiera a eso: al pedacito. Twitter modifica tu cerebro. Le quita capacidad de concentración. De hilvanar una historia. Twitter es como un cortocircuito en tu cabeza. ¿Puedes ver las chispas, el humo?
Descubre más desde Nortino
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.