Hay quienes subvaloran estas herramientas al decir que son de efectos limitados y que sólo alcanzan parcialmente a persuadir a los usuarios altamente tecnologizados y de fuerte competencia política. Eso no es así. El uso que precisamente le están dando, por ejemplo MEO, es una demostración de lo contrario. Twitter se muestra muy eficiente para levantar temas que luego pueden ser replicados en otros medios más institucionalizados.
