Iquique Siglo XX
Capítulo 20

Amplitud modulada

La radiotelefonía no estuvo ajena a la vida pampina. En la oficina Alianza existió la radio “Juan Bosco” que sólo transmitía unas cuantas horas diarias. Al terminar su programación habitual el locutor se despedía haciendo “buenas noches Chile; buenas noches, América”, a pesar que la estación apenas alcanzaba a cubrir el perímetro de la salitrera.
A pocos kilómetros más al este se escuchaba la radio “León XIII” en la oficina Victoria. La emisora era controlada por los padres oblatos que mantenían una variada programación desde noticias locales con Santiago, música ranchera y la transmisión de la misa dominical.
Una experiencia más cercana al mundo de la radiotelefonía tuvo Gerónimo Caballero, quien fue empleado toda su vida en la salitrera Humberstone. Recuerda que en 1936 llegó por primera vez a la radio a la oficina. En su despacho instalaron un receptor General Electric que sintonizaba la radio “Nuevo Mundo” de Argentina. Los administradores de la salitrera dispusieron nueve altavoces por todo el campamento para que el único receptor de radio fuese escuchado por toda la población. Por la tarde una gran cantidad de familias concurrían hasta la plaza para estar al tanto de las noticias trasandinas.
En 1940 la administración adquirió los equipos y lanzó la difusora Humberstone. Para entonces varias familias en el campamento contaban con su propio receptor para escuchar las transmisiones locales que incluía noticias, avisos y música ranchera.


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