Con los oídos todavía zumbando luego de escuchar en una sola noche Los Bunkers, Lucybell, Dios Salve a la reina y Chancho en piedra. Todos ellos se presentaron el viernes en el festival de Iquique.
El lugar estaba lleno. 6 mil quinientas personas, igual que la primera noche donde se presentó Miguel Bosé.
Abrieron Los Bunkers. Llegue tarde. Alcancé escuchar el último bis. Estuvieron potentes.
Luego vinieron los Lucybell. Estuvieron casi una hora. Se tocaron todos los temas desde Carnaval hasta Mataz. Se escucharon súper bien. Catarsis colectiva con Carnaval y Sudor y Ternura. Se nota la trayectoria. Casi al final se tiraron una frase que más adelante en la noche entendí. Agradecieron que estuvieran grandes grupos nacionales que se dedican a crear temas y a presentarlos en vivo.
No capté la frase hasta que aparecieron los argentinos de Dios Salve a la Reina.
Aparecieron media hora después y desde el primer minuto tuvieron problemas de sonido. Como que se les olvidó conectar un cable. Al cuarto tema se compuso la cosa.
Pero ya no era lo mismo. Los tipos salieron vestidos como si de verdad fueran Queen. Saludaron en inglés y animaban al público en inglés.
Tocaban bien. Igualito. Eso no más. Una copia de Queen. Exito asegurado si interpretaban los temas más conocidos. Así lo hicieron. Pero no era lo mismo. Les faltó potencia. Emoción. Era show, pero se notaba lo mismo. Se notó al tiro con Somebody to love. Veo el video de Queen y uno se emociona. Escuché a estos tipos y ná.
Al final de la noche Chancho en Piedra agradeció al público. Resumió la noche diciendo. Esta jornada estuvo espectacular. Nos presentó Vodanovic, escuchamos a los Bunkers, Lucybel y Dios salve a las peucas”.
Chancho en piedra salieron cerca de la una de la mañana y de inmediato levantaron el ánimo. La mayoría se quedó a esperarlos y el grupo no defraudó. Animó al público, los hizo bailar, levantar las manos y aplaudir al gusto de ellos. Buena onda. Tocaron todos los temas que uno espera. Incluso 31 minutos. Un cierre alegre para una noche redonda.
El lugar estaba lleno. 6 mil quinientas personas, igual que la primera noche donde se presentó Miguel Bosé.
Abrieron Los Bunkers. Llegue tarde. Alcancé escuchar el último bis. Estuvieron potentes.
Luego vinieron los Lucybell. Estuvieron casi una hora. Se tocaron todos los temas desde Carnaval hasta Mataz. Se escucharon súper bien. Catarsis colectiva con Carnaval y Sudor y Ternura. Se nota la trayectoria. Casi al final se tiraron una frase que más adelante en la noche entendí. Agradecieron que estuvieran grandes grupos nacionales que se dedican a crear temas y a presentarlos en vivo.
No capté la frase hasta que aparecieron los argentinos de Dios Salve a la Reina.
Aparecieron media hora después y desde el primer minuto tuvieron problemas de sonido. Como que se les olvidó conectar un cable. Al cuarto tema se compuso la cosa.
Pero ya no era lo mismo. Los tipos salieron vestidos como si de verdad fueran Queen. Saludaron en inglés y animaban al público en inglés.
Tocaban bien. Igualito. Eso no más. Una copia de Queen. Exito asegurado si interpretaban los temas más conocidos. Así lo hicieron. Pero no era lo mismo. Les faltó potencia. Emoción. Era show, pero se notaba lo mismo. Se notó al tiro con Somebody to love. Veo el video de Queen y uno se emociona. Escuché a estos tipos y ná.
Al final de la noche Chancho en Piedra agradeció al público. Resumió la noche diciendo. Esta jornada estuvo espectacular. Nos presentó Vodanovic, escuchamos a los Bunkers, Lucybel y Dios salve a las peucas”.
Chancho en piedra salieron cerca de la una de la mañana y de inmediato levantaron el ánimo. La mayoría se quedó a esperarlos y el grupo no defraudó. Animó al público, los hizo bailar, levantar las manos y aplaudir al gusto de ellos. Buena onda. Tocaron todos los temas que uno espera. Incluso 31 minutos. Un cierre alegre para una noche redonda.
Categorías: Cultura · Imagenes · música
Etiquetado: bunkers, chancho en piedra, dios salve a la reina, festival, Iquique, lucybell, música
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