Iquique Siglo XX

Capítulo 2

Vivir Frente al mar

Más allá del proceso de momificación, existe una actividad transhumántica y asentamiento relativamente estableces en donde vivían los Chinchorro.
Bajo Molle, donde hoy se levanta el barrio industrial, fue un extenso asentamiento. Hace veinte años se encuentro en el lugar una tumba colectiva a escasa profundidad, la cual fue estudiada por arqueólogos de la Universidad de Tarapacá.
En caleta Caramucho, a 47 kilómetros al sur de Iquique, existió un campamento semipermanente de cazadores y recolectores, al igual que en Los Verdes y en Punta de Lobos.
El antropólogo Olaff Olmos, explicó que en Caramucho encontraron gran cantidad de artefactos de este pueblo milenario: cuchillos y puntas de flechas confeccionadas en piedra, morteros de hueso, maderas, anzuelos de conchas de choros y de espinas de cactus. Todos ellos con una data de 6 mil 300 años de antigüedad.

Los primitivos

La cultura Chinchorro comenzó a evolucionar y sus descendientes lograron extenderse por todo el litoral del norte de Chile y el sur del Perú, desarrollando constantemente nuevos artefactos en piedras, cuarzo o basalto como punta de arpones, cuchillos elaborados y rapadores de pieles.
Para confeccionar sus herramientas golpeaban las piedras directamente en la roca. Los trozos desprendidos en forma de láminas eran afilados y retocados para uso doméstico.
Para la recolección, utilizaban “chopes” o una especie de cucharón de hueso para desconchar los mariscos.
Para sus continuos viajes por el borde del litoral llevaban agua en bolsas elaboradas en vientres o vejigas de lobos marinos. Cerca del año 300 después de Cristo, el desarrollo los llevó a internarse mar adentro gracias a las embarcaciones fabricadas con cueros inflados de lobos marinos. De esta manera lograron alcanzar grandes cardúmenes lo que posibilitó aumentar su interacción con los asentamientos de la población intermedia.
Con la navegación extendieron su presencia en todas las caletas de abrigo del litoral y diversificación su dieta gracia a la caza de albacora y cetáceos menores a través de arpones de piedra y cuerdas de cuero.
El faenamiento de caza se realizaba incluso con dientes de tiburón.

El interior

El intercambio que se generó con los pueblos del interior duró hasta la llegada de los españoles.
Cesterías y trabajos en fibra vegetal con diseños rudimentarios era lo que generaban los poblados agroalfareros mil años antes de Cristo. Caravanas de llamas cargadas con granos y cereales eran parte de la vida integrada por ambos grupo aborígenes. De esta manera los del interior iniciaron la colonización de algunas caletas para explotar sus propios recursos. Posteriormente los Chinchorro y los llegados desde el interior se mezclaron y generaron un nuevo pueblo con características propias, que más adelante posibilitaría la aparición de los Changos.

Influencia Tiahuanaco

Los contactos con otros pueblos alejados de la costa no se detuvieron con el intercambio comercial de productos agrícolas y del mar. Cerca del año 400 después de Cristo la cultura Tiahuanaco o Tiwanaku, inició lentamente su influencia en el altiplano chileno y los valles y poblados de la Pampa del Tamarugal.
La cultura Tiahuanaco levantó templos y construcciones monumentales para el culto a dioses representados por pumas y cóndores. Parte de su quehacer fue traspasado a los pueblos costeros y de los valles del norte de Chile, en especial la intensificación del uso de la llama para el transporte de maíz, pieles y cereales. También introdujo el uso de alucinógenos, bolsos, y tejidos rudimentarios.
A pesar de su poderío, el pueblo Tiahuanaco no dominó políticamente la zona, sólo influyó en su concepción cultural hasta el año 1.200 después de Cristo, cuando comenzó su proceso de desintegración.

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Iquique Siglo XX fue publicado en La Estrella de Iquique en diciembre de 1999.

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